La Asamblea Nacional de Francia aprobó recientemente un proyecto de Ley que controlará la contaminación electromagnética y solo está pendiente de su aprobación en el Senado. Se trata de un acuerdo sin precedentes, que se ha llevado a cabo con las diferentes compañías de telecomunicaciones inalámbricas del vecino país.
Los inicios de esta importante noticia, se remontan un año atrás, cuando ecologistas franceses presentaron un texto con contenidos reveladores acerca de las posibles afecciones para la salud, según las emisiones de antenas de telefonía. En ese instante ellos pedían que no superasen 0’1µW/cm2. Desde ese momento tanto los ecologistas como el gobierno nacional francés, el partido socialista y las empresas prestadoras del servicio de telefonía móvil, iniciaron un extenso pero fructífero proceso de negociación, que duró justo un año y cuyo resultado es; la Ley ahora ya aprobada.
Uno de los puntos mas relevantes de este acuerdo; se centra en el uso moderado de la tecnología inalámbrica y ofrece total transparencia ante la exposición a ondas electromagnéticas y sus posibles efectos para la salud. También ofrece consejos concretos de cómo usar de manera inteligente el teléfono móvil. Pero especialmente se muestra cauto con la tecnología WiFi. Pero lo que mas podemos envidiar de este acuerdo; es el reconocimiento que le dan al problema de la electrohipesensibilidad, ya que pide al Gobierno de manera inmediata, se trabaje en la realización de un informe; para brindar soluciones a quienes sufren esta nueva enfermedad.
Este magnifico Proyecto de Ley; está especialmente sensibilizado con la exposición de la población infantil a los radiaciones electromagnéticas.
Aun estamos muy lejos de la legislación de muchos países europeos, en España solo hasta hace poco el Parlamento vasco aprobó una enmienda a la proposición no de ley relativa a la contaminación electromagnética. En ella se pide al Ministerio de Medio Ambiente e Industria; una regulación específica para este tipo de contaminación basados en la resolución 1815 del Consejo de Europa.
Llevamos muchos años disfrutando de los avances tecnológicos, pero hay ya que tomar consciencia de las posibles consecuencias causadas por la elevada exposición a las radiaciones electromagnéticas, en ese orden de ideas; La regulación del impacto ambiental y en la salud humana por parte de estas tecnologías; todavía es una asignatura pendiente.