Estados Unidos y el mundo están a la espera de conocer el final de la batalla legal entre la ciudad de San Francisco y la CTIA (The Wireless Association)
En los próximos días un juez de la Corte Federal de Apelaciones de San Francisco, escuchará los argumentos dentro de la larga batalla legal que enfrentan a la ciudad de San Francisco y la industria inalámbrica, representada por la CTIA. El veredicto será de una gran trascendencia, no sólo para San Francisco, sino también para los estados y ciudades de todo Estados unidos y el mundo en general.
La pelea comenzó hace dos años cuando la ciudad de San Francisco aprobó a través de la Junta de Supervisores, una resolución sin precedentes ordenando a todos los distribuidores de telefonía móvil; a advertir claramente en los empaques de los teléfonos, la tasa de absorción específica (SAR) y los peligros a los que se puede enfrentar el usuario, debido a una exposición continuada.
Esta decisión rápidamente irritó a la CTIA , un brazo importante de la industria de la telefonía móvil, quien inmediatamente demandó a la ciudad con el argumento de que la ley era supuestamente «inconstitucional». La CTIA continuó desafiando la disposición que obligaba a los distribuidores a colocar un aviso informativo sobre la energía de radio-frecuencias (RF) y que solo busca se informe a los consumidores la verdad acerca de los peligros para la salud.
Cuando San Francisco estaba modificando su legislación bajo un proyecto llamado; “el Derecho a Saber”, en el verano pasado, cinco estados y cuatro ciudades en California y Pennsylvania estaban preocupados sobre las emisiones RF de los teléfonos móviles. Aunque algunos simplemente pidieron una mayor investigación, otros pidieron un proyecto de ley similar al del estado de California, que se inspira en la ley de San Francisco.
Dos nuevos estados también están tomando el mismo enfoque de legislar en bien de la salud pública; Uno es Hawai y el otro es Connecticut, quienes presentaron sendos proyectos de ley, casi idénticos al de San Francisco y que fueron aprobados por el Senado el 18 de abril de 2012 y ahora pasan ante la Cámara de Representantes para enfrentar el debate y buscar su aprobación.
Esta misma semana el representante Dennis Kucinich (De Ohio) presentó una resolución que obliga poner etiquetas de advertencia en los teléfonos móviles y crear un programa nacional de investigación para estudiar los niveles de radiación emitidos por los teléfonos móviles.
Así que pase lo que pase, todo esto servirá como ejemplo o lección y se sumará al sonado debate acerca de la seguridad de los teléfonos móviles.
Un sólo estado, un sólo país que apruebe una,normativa como está y con seguridad que este tema es tomado con la seriedad que merece.