De todos los tipos de contaminación, la electromagnética figura entre las más peligrosas. Es traidora, no se ve, no se huele, es silenciosa y la ciencia sigue dando pasos grandes en la investigación de sus riesgos.
Como advertencia, el abogado y ambientalista español Agustín Bocos aconsejó: “No se olvide de apagar su wi-fi cuando se vaya a dormir”. Entre tanto que la medicina avanza en sus estudios, “mesura” parece ser la palabra clave en este tema.
Desde su despacho en Valladolid, el jurista explica: “Está reconocido por la comunidad científica que las radiaciones electromagnéticas no ionizantes, teléfonos móviles e internet, generan consecuencias en la salud de las personas cuyo alcance exacto todavía no se conocen, Pero efectos biológicos seguro que se producen, sobre todo si carecen de control sobre su potencia de emisión. Piense en lo que ha tardado la comunidad científica en pronunciarse sobre los efectos del tabaco y en lo nocivo que hoy sabemos que es”.
Pero en tanto no exista unanimidad, el especialista aconseja tomar medidas preventivas como apagar los equipos de noche, cuando no son necesarios, sobre todo por los más vulnerables: “Los niños son especialmente sensibles porque están desarrollando su sistema neurológico e inmunológico. También las embarazadas. Por lo que es recomendable reducir su exposición. Ya hay estudios que relacionan la hiper-actividad, las cefaleas y el mal dormir con las ondas electromagnéticas”.
Bocos asegura que en Gran Bretaña, Francia y Suecia, el wi-fi ya se está retirando de los colegios, museos, bibliotecas y lugares públicos. “En España, la tecnología inalámbrica aún no está revisada por Sanidad publica ni por ningún organismo que nos pueda decir qué potencia emite y cómo se controla”. Agustín Bocos relata su propia lucha personal al respecto. Sucedió en la escuela a la que iban sus hijos en Valladolid, hace diez años: “Hubo cinco casos de leucemia. Cerca del colegio había un edificio plagado de antenas de telefonía en la terraza. Presentamos un escrito al Ayuntamiento explicando que había estudios que vinculaban la leucemia con la radiación electromagnética. Ahí empezó la batalla. Este tipo de contaminación se está incrementando a pasos de gigante en muy poco tiempo y no sabemos qué va a pasar. Existe un informe de acceso público, Bioiniciative, que resume más de 2.000 estudios internacionales que concluyen que la exposición prolongada a estas radiaciones está vinculada con ciertos tumores”.
El neuro-oncólogo Ignacio Casas Parera, miembro de la Sociedad Neurológica Argentina, detalla: “En mayo del año pasado, un grupo de trabajo integrado por 31 científicos de 14 países se reunió en Lyon, Francia, para determinar el riesgo potencial y cancerígeno adquirido por la exposición a campos electromagnéticos de radio frecuencias de telefonía inalámbrica. Como resultado, la clasificación de la Organización Mundial de la Salud y de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer los incorporó como posiblemente cancerígenos para los humanos. Hasta que no se consigan conclusiones contundentes, la mejor prevención es la mesura: la intensidad y el tiempo de exposición serán claves. Porque estamos hablando de riesgos añadidos que casi todos corremos, pero muchas veces innecesariamente, ya que no es vital tener los equipos encendidos las 24 horas del día”.
En las instrucciones de uso o manual del usuario de los teléfonos móviles se señala claramente guardar una distancia mínima de 2,2 centímetros entre el aparato y la oreja. De cualquier forma, seguro que descansaremos mejor con el teléfono apagado. El sueño es tan importante como comer o tener momentos de ocio”.
La doctora Stella Valiensi es neuróloga de los hospitales Británico e Italiano y está especializada en Medicina del Sueño. Sobre el descanso en particular y desde su experiencia, explica: “Cada vez se menciona más en los círculos médicos el hecho de que los celulares prendidos en la mesa de luz durante la noche (estímulo lumínico permanente), tienen relación con el sueño fraccionado, intensificación del insomnio, alteración del ritmo circadiano, del flujo sanguíneo cerebral y de la secreción de melanina. Las consecuencias son cefaleas, cansancio, fatiga, irritabilidad y el favorecimiento de la fibromialgia”.
Las precauciones mas sencillas ademas de protegerse con Waves Guard son:
*Evite utilizar el teléfono móvil en espacios cerrados de límites metálicos como vehículos o ascensores: allí debe utilizar más poder para establecer la conexión. También si tiene baja señal o si se encuentra en áreas rurales: el teléfono móvil “debe trabajar más”.
* Compre teléfonos móviles con baja tasa de absorción específica –SAR-. Así se define al modo de cuantificar la energía de radiofrecuencia absorbida por el cuerpo.
* Mantenga el teléfono móvil apagado la mayor parte del tiempo y utilice mensajes de texto y teléfono de línea cada vez que sea posible.
Muy buen articulo, aquí en Colombia, todavía no hay legislación sobre este tema?.
Y donde se pueden conseguir lo productos waves?
Gracias
Gracias por su comentario. desafortunadamente no conocemos la legislación de cada país, pero si podemos decirle que puede conseguir los productos sin gastos de envío en nuestra tienda online: http://www.wavesguard.es/shop un saludo.